Parte 1: Paraguay. Las imágenes son de devastación. Hecha con maquinaria pesada. La propia ministra del Medio Ambiente, María Cristina Morales Palarea, estuvo al frente, en 2014, en la operación de combate a la deforestación en la Estancia Paso Kurusu, perteneciente a los brasileños Ulisses Rodrigues Teixeira y su hija, Renata Teixeira. Se constató la destrucción de 300 hectáreas de bosque en la propiedad ubicada en Capitán Bado, Amambay. Todo esto en el Bosque Atlántico del Alto Paraná. Entre las consecuencias, según la Secretaría del Ambiente (Seam) del Gobierno del Paraguay, “alteración del equilibrio del ecosistema y la eliminación de la flora y de la fauna.” “Todo este daño ocasionado al medio ambiente se suma a los miles de hectáreas quemadas en la propiedad, en años anteriores”.
Parte 2: Brasil. En mayo de 2012, la familia Rodrigues Teixeira – Ulisses, Saturnino, Marcelo, Nelson – firmó con la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de Mato Grosso, un Acuerdo de Ajuste de Conducta Ambiental para la recuperación del área de preservación permanente degradada en la Estancia Shalom II, en la ciudad de Itaúba. La multa prevista era de R$ 5 mil por hectárea. El ganadero Nelson Teixeira vuelve a la escena en febrero de 2017: el Ministerio Público del Estado de Mato Grosso (MP-MT) informa que él no cumplió el acuerdo del año 2000 – 17 años atrás – en lo que se refiere a la degradación en otra estancia de la familia en Itaúba, Monte Verde, de 3.589 hectáreas. Por eso él se comprometió a pagar R$ 470 mil, 10% del valor de la multa. Meses después, sin embargo, el promotor pedía el bloqueo de sus bienes.
Ulisses Teixeira y Saturnino Teixeira – Teixeirinha, el patriarca, muerto en 2013 – están en sexto lugar en la lista de los mayores latifundistas brasileños en el Paraguay, organizada por De Olho nos Ruralistas a partir del levantamiento de Oxfam. Ellos posen 27.320 hectáreas, registradas en las empresas Paso Kurusu S.A. y XT Paraguay S.A. Observe la lista en el primer reportaje de la serie Paraguay en la Mira: “Los propietarios brasileños tienen el 14% de las tierras en el Paraguay”.
La Estancia Paso Kurusu es tan grande que también ocupa el distrito de Santa Rosa del Aguaray, en el departamento de San Pedro. El departamento de Amambay hace frontera con el Brasil. Pero la estancia se queda, por lo tanto, más al oeste, en un proceso de avance de los propietarios brasileños en el territorio paraguayo. En el caso, propietarios con un histórico muy peculiar.
En el Brasil, los Rodrigues Teixeira, tienen una empresa llamada Teixeira Júnior Comércio de Cereais e Manufaturados Ltda. Su matriz se queda en Londrina, ciudad donde la mayoría de la familia vive. Con sucursales en otras cinco ciudades. Sólo que está en quiebra. Existe una convocatoria de acreedores – del 2016 – contra los representantes de la empresa, que estarían “en lugar incierto y desconocido”. También han recibido una multa de US$ 1,38 millones por el ingreso no autorizado de dinero del exterior.
CAMPESINOS OCUPARON TIERRAS
La face paraguaya de la deforestación tiene varias ramificaciones. Las propiedades de los Teixeira relacionadas a la empresa Paso Kurusu S.A., están involucradas en el incendio de 12 mil hectáreas, la ocupación de campesinos bajo acusación de que son tierras públicas. Noticias más recientes apuntan conflictos con la participación del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
En 2012, el Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS) denunció que el incendio de 13 mil hectáreas en los bosques en Paso Kurusu fue intencional, con el “objetivo de habilitar la deforestación completa de la zona para comenzar el cultivo de soja y de caña de azúcar”. Fueron nada menos que 25 puntos de incendio en las tierras de Ulisses Teixeira, un mes después del golpe parlamentar que destituyó al presidente Fernando Lugo. Y dos años después de una ley que ha declarado los bosques, en 2010, área silvestre de protección. La ley fue declarada inconstitucional en 2013. En ese mismo año, un estudio realizado por WWF constató por satélite la deforestación de 12.409 hectáreas.
También en 2010, Ulisses Teixeira recibió una multa de US$ 107 mil por falsificar un documento para obtener una licencia ambiental para explotar la reserva incendiada. Tres años antes, en 2007, él compró la propiedad por US$ 11,1 millones. Después casi consiguió venderla para el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) por un valor tres veces mayor – caso investigado por la justicia.
Todo ese histórico tuvo peso en la decisión de los campesinos en ocupar las tierras del brasileño en 2010 y 2012. Un periódico del Mato Grosso do Sul habla de “invasión”. Dice que el ganadero pretendía construir un ingenio para producción de etanol. En 2010, los campesinos reivindicaron las tierras para la reforma agraria. En 2012, las reivindicaciones fueron hechas por la Liga Nacional de Carperos (LNC). Ellos solicitaban al Congreso la expropiación de 10 mil hectáreas.
MARIHUANA Y BLANQUEO DE CAPITALES
No solamente soja fue plantada en las tierras de los Teixeira. En 2011, el Ministerio Público y la policía localizaron plantaciones de marihuana en la misma propiedad de los Teixeira, en Paso Kurusu. Fueron destruidos cinco hectáreas de la hierba, en lugares de difícil acceso. No fue la primera vez. En el año anterior habían sido destruidos 8.500 kilos de marihuana prensada.
La otra empresa del grupo en el país, la XT Paraguay S.A., también tiene un histórico complicado. En mayo de 2016, los promotores acusaron a los hermanos Ardonio Sánchez, Denilson Sánchez (intendente de Capitán Bado) y Carlos Chicharõ Sánchez (diputado suplente) de enriquecer con ventas simuladas de ganado. Los tres son acusados de blanqueo de capitales, narcotráfico y asociación criminal.
En marzo de 2015, Ardonio vendió 590 cabezas de ganado para la empresa Agroganadera TGR S.A. Un mes después, en abril, la empresa transfirió el mismo lote para la XT Paraguay S.A., la empresa de los Teixeira. En mayo de 2015, Ardonio Sánchez vendió las mismas 590 cabezas para la misma empresa – pero con un valor diferente. Para el Ministerio Publico, se trata de una simulación.
DE REVOLUCIONARIOS AL TRÁFICO
Y los conflictos no terminaron por allí. En 2016, la policía de San Pedro informó que hubo un tiroteo en la Estancia Paso Kurusu, el cuartel-general de los Teixeira en Paraguay. Ella estaría siendo ocupada por militantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), organización revolucionaria marxista-leninista. Pero las noticias sobre el EPP no coinciden. Algunos dicen que el EPP sea utilizado para justificar los ataques a los campesinos, en defensa de los estancieros, especialmente los propietarios brasileños.
El primer acto del EPP fue en 2008, año de fundación, cuando fueron quemadas 20 mil hectáreas de soja del brasileño Nabor Both, en Horqueta, departamento de Concepción. Los campesinos de la región habían denunciado por lo menos cuatro años de problemas de salud provocados por la pulverización de agroquímicos en la Estancia Santa Hermínia. Además de la contaminación de los arroyos. El propietario fue denunciado por el Ministerio Publico, que pidió incluso su encarcelamiento, pero la Justicia no aceptó.
Both vive en Ponta Porã, en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul. En junio de 2017 tuvo una estancia subastada, después de la disputa y decisión judicial. En 2010 él fue acusado de financiar la compra de 93 kilos de cocaína por el ex concejal Joanir Subtil Viana. Pero quien se convirtió en una noticia nacional fue Viana, encarcelado con más tres brasileños y tres paraguayos. Ellos estarían vinculados a la cuadrilla de Fernandinho Beira-Mar.
La droga venía del Paraguay y fue dejada en una pista de aterrizaje clandestina en la estancia del concejal – que en 2008, declaró R$ 1,8 millones en “inmuebles”. Según la revista Época, Viana dijo que Both sabía de la finalidad espuria del préstamo, “pero solicitó a su mujer que hiciera un contracto en soja, garantizando la devolución de R$ 180 mil”.
Condenado por tráfico de drogas, Viana cayó preso por dos años y volvió a la Cámara de Ponta Porã. Después fue destituido. Both llegó a ser preso temporariamente y tuvo un pedido de prisión preventiva, pero ganó un habeas corpus – contra la opinión de la relatora – del Tribunal de Justicia del Estado de Mato Grosso do Sul.
En el año 2016, Both fue flagrado transportando soja de contrabando. El camión de carga, que venía del Paraguay, fue interceptado así que cruzó la frontera. Detrás del camión venía una camioneta conducida por Both – que se presentó como el dueño de la carga. Volvió a ser detenido, acusado de contrabando y falsedad ideológica.
Tráfico y contrabando son los próximos temas de la de serie Paraguay en la Mira, todavía en el eje Fronteras.